Sacar una línea de diseños para ropa ha sido toda una experiencia y disfruto mucho trabajando para el textil.

De nuevo, al cambiar de formato, todo es diferente, y me da mucha libertad de creación en cuanto a diseño, colores, tipos de estampación…

Por ahora, todo el trabajo que he hecho en textil ha sido serigrafía. En este aspecto siempre he colaborado con talleres locales de otras artistas que, al igual que yo, son pequeños artesanos a los que me gusta siempre apoyar. 

Comencé haciendo textil en forma de regalos personales.  A día de hoy, es el hilo conductor en este formato y se ha mantenido. Me siento cómoda dibujando otro estilo, con otro mensaje y otra forma de expresarlo, mucho más personal, y que quizás no tatuaría.

Me deja explorar otros caminos y narraciones, llegar a otros lugares que, aunque más personales para mi, hablan de conceptos más arraigados en nuestro imaginario colectivo y con el que nos podemos sentir más identificadas en general.

Sobretodo, disfruto con aportar algo de mí a la persona que lo viste.